China apuesta por la harina de soja argentina ante tensión comercial con EE.UU.

Detalles del acuerdo

• Volumen: 30.000 toneladas métricas (enviadas en julio como prueba).

• Precio: US$360 por tonelada.

• Destino: Sur de Cantón (llegaría en septiembre).

Claves del contexto

China, el mayor consumidor mundial de harina de soja (usada en alimentación animal), tradicionalmente depende de Brasil y EE.UU. para abastecerse. Sin embargo:

• Guerra comercial: Los altos aranceles chinos a productos estadounidenses han llevado a los compradores asiáticos a buscar alternativas.

• Proteccionismo histórico: Pekín había resistido durante años abrir su mercado a la harina argentina para resguardar su industria local de molienda.

Argentina, ganadora en el tablero global

El país consolida su rol como mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, con ventajas competitivas:

• Precios récord: El aceite de soja subió 15% recientemente, impulsado por la demanda de biocombustibles en EE.UU.

• Impacto económico: En 2024, el complejo sojero representó 24,6% de las exportaciones argentinas, con el aceite como principal protagonista (US$6.332 millones).

¿Por qué ahora?

Analistas señalan que China busca:

1. Reducir riesgos: Ante un posible escalamiento de la guerra comercial con Washington.

2. Probar calidad: El cargamento estará sujeto a rigurosas inspecciones en destino.

3. Diversificar proveedores: Tras años de depender casi exclusivamente de Brasil y EE.UU.

Perspectivas

Si esta prueba satisface a los compradores chinos, Argentina podría posicionarse como un actor clave en el mercado asiático, compensando parcialmente la caída de exportaciones a otros destinos. En un mundo donde la geopolítica redefine los flujos comerciales, este acuerdo podría ser solo el primer paso de una relación más estrecha.

China apuesta por la harina de soja argentina ante tensión comercial con EE.UU.

En un movimiento estratégico para diversificar sus fuentes de abastecimiento, empresas chinas realizaron su primera compra significativa de harina de soja argentina, marcando un hito desde que Pekín autorizó estas importaciones en 2019. El acuerdo se produce en medio de crecientes tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, que podrían afectar el flujo de commodities clave.