Israel ataca Irán: Medio Oriente al borde de una guerra total tras muerte de alto mando iraní

Teherán, 12 de junio de 2025 — Israel ejecutó este jueves un masivo ataque aéreo y de drones contra blancos estratégicos en Irán, incluyendo instalaciones militares y nucleares, en una operación que habría dejado muerto al comandante Hossein Salami, uno de los líderes más influyentes de la Guardia Revolucionaria Iraní. El ataque, preparado durante meses, ha llevado a la región al borde de una guerra abierta, con temores de una respuesta inmediata por parte de Teherán, posiblemente mediante misiles balísticos y ataques por delegación a través de grupos aliados como Hezbolá y Hamas.

Israel justifica el ataque como "preventivo" y declara emergencia nacional

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, confirmó la operación y la calificó como una "acción necesaria para evitar un ataque inminente" contra Israel. "No podíamos esperar a que Irán cruzara la línea roja. Hoy actuamos para proteger nuestra existencia", declaró.

Horas después, el gobierno israelí declaró el estado de emergencia en todo el país, cerrando el espacio aéreo y activando los sistemas antimisiles Cúpula de Hierro y Arrow. "Esperamos un contraataque en cuestión de horas, no de días", advirtió Katz.

EE.UU. se distancia, pero refuerza posiciones en la región

Aunque Israel coordinó parcialmente sus movimientos con Washington, el gobierno de Donald Trump aseguró que no participó directamente en el ataque. El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó: "Esta fue una decisión unilateral de Israel. Estados Unidos no estuvo involucrado, pero tomaremos todas las medidas necesarias para proteger a nuestras fuerzas en la región".

Sin embargo, en las últimas horas, EE.UU. ha reforzado sus bases en Irak, Kuwait y Catar, mientras ordenó la evacuación de familiares de militares en varias zonas de Medio Oriente. Además, la Marina estadounidense redobló su presencia en el Golfo Pérsico, ante el riesgo de ataques a petroleros y buques comerciales.

Tensión nuclear y fracaso diplomático

El ataque se produce en un momento crítico: apenas un día después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) censurara a Irán por incumplir sus compromisos de no proliferación nuclear. Durante meses, EE.UU. e Israel mantuvieron fuertes desacuerdos sobre cómo manejar la amenaza iraní.

El presidente Donald Trump había insistido en una solución diplomática, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presionaba por acciones militares decisivas. Según The New York Times, Trump advirtió a Netanyahu hace dos semanas: "Un ataque ahora podría arruinar cualquier posibilidad de acuerdo".

Pero Israel, que ya había debilitado las defensas aéreas iraníes en operaciones anteriores, decidió actuar. Fuentes de inteligencia occidentales sugieren que el objetivo no solo era frenar el programa nuclear iraní, sino también decapitar a figuras clave de la Guardia Revolucionaria.

¿Represalias inminentes?

Irán ha prometido una respuesta contundente. En abril de 2024, tras un ataque israelí en Siria, Teherán lanzó más de 300 misiles contra Israel. Ahora, con la muerte de un alto mando militar, la escalada podría ser mucho más grave.

• Hezbolá (apoyado por Irán) ya ha puesto sus fuerzas en alerta máxima en el Líbano.

• Hamas y la Yihad Islámica podrían reactivar ataques desde Gaza.

• Grupos proiraníes en Irak y Yemen amenazan con atacar intereses estadounidenses e israelíes.

Mientras tanto, mercados globales reaccionan con pánico: el petróleo supera los $120 el barril y las bolsas asiáticas y europeas caen en picada.

¿El inicio de una guerra regional?

Analistas advierten que, si Irán responde con un ataque masivo, Israel podría lanzar una campaña más amplia, arrastrando a EE.UU. y otras potencias. "Estamos ante el escenario más peligroso desde la Guerra del Golfo", señaló un exgeneral de la OTAN.

Mientras el mundo contiene la respiración, Medio Oriente se prepara para lo peor.

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Tel Aviv lanza una operación militar preventiva, eliminando a un general de la Guardia Revolucionaria. EE.UU. se desmarca, pero refuerza sus bases en la región ante posibles represalias.