La presión cambiaria regresa: una suba persistente del dólar preocupa por su efecto en los precios y el poder adquisitivo

El mercado cambiario volvió a encender una luz de alarma esta semana. El dólar oficial registró su quinta suba consecutiva, un movimiento que los analistas atribuyen a una combinación de factores internos y externos, pero que tiene una consecuencia inmediata y tangible: la ampliación de la brecha cambiaria y el riesgo de un nuevo traslado a los precios de la economía formal.

PRINCIPALECONOMÍA

11/27/2025

Mientras el Gobierno busca descomprimir las tensiones con la licitación de bonos en moneda extranjera hoy, especialistas consultados por este medio advierten que estas medidas, si bien pueden ofrecer un alivio temporario, no abordan la raíz del problema. La falta de divisas, la alta inflación y un escenario de estancamiento económico continúan minando la confianza en la moneda local.

La licitación, un espejismo de estabilidad

La subasta de hoy es vista en el mercado con un optimismo cauteloso. Si bien puede aportar un respiro y ordenar el corto plazo, existe un consenso creciente en que no es una solución de fondo. "Estamos ante otra herramienta de administración cambiaria que, en el mejor de los casos, gana tiempo. Pero el tiempo no es suficiente si no viene acompañado de un plan económico creíble que priorice la producción, el empleo y la reconstrucción del salario real", señaló una economista de un think tank progresista.

La crítica central apunta a que la estrategia económica actual parece depender excesivamente de parches financieros, en lugar de construir los consensos políticos y sociales necesarios para un programa de desarrollo estable.

El verdadero impacto: en la mesa de los argentinos

Más allá de las operaciones financieras, la preocupación central se desplaza hacia la economía real. Cada salto del dólar oficial actúa como un motor de la inflación, que ya castiga con dureza a los sectores populares y a la clase media. El aumento en los costos de importación y la presión sobre las expectativas amenazan con erosionar aún más el poder de compra de los trabajadores y profundizar la recesión.

"La pulseada con el dólar no es un tema de escritorio; se define en la capacidad de la gente para llenar la heladera o acceder a la medicación. Sin anclas productivas y con un sector externo tan frágil, cualquier noticia del mercado cambiario se traduce directamente en más incertidumbre para las pymes y más ajuste en el bolsillo de las familias", explicó un sociólogo especializado en desigualdad.

Mirando hacia adelante

El escenario exige, según la visión de varios sectores políticos y sociales afines al centro-izquierda, una discusión más profunda. Se requieren políticas que vayan más allá de la gestión diaria de la cotización y que aborden la necesidad de una matriz productiva diversificada, el fomento de las exportaciones y un acuerdo nacional para distribuir con mayor justicia los costos del eventual ajuste.

La pregunta que queda flotando es si la estrategia actual, centrada en la estabilidad financiera inmediata, podrá contener una presión social creciente o si, por el contrario, terminará postergando una solución integral que ponga en el centro el bienestar de la mayoría de la población. La respuesta, como la cotización, aún es incierta.

La presión cambiaria regresa: una suba persistente del dólar preocupa por su efecto en los precios y el poder adquisitivo

El mercado cambiario volvió a encender una luz de alarma esta semana. El dólar oficial registró su quinta suba consecutiva, un movimiento que los analistas atribuyen a una combinación de factores internos y externos, pero que tiene una consecuencia inmediata y tangible: la ampliación de la brecha cambiaria y el riesgo de un nuevo traslado a los precios de la economía formal.