Preocupación en EE.UU.: El uso de Starlink en la Casa Blanca genera alertas de seguridad

Fuentes cercanas al caso explicaron que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) colocó el dispositivo en el techo del Edificio Eisenhower, anexo a la residencia presidencial, sin coordinación con los equipos encargados de proteger las redes internas. Esto, según los informantes, impidió que se monitorearan las conexiones, aumentando el riesgo de filtraciones o ciberataques.

A diferencia de los sistemas tradicionales de la Casa Blanca —donde el acceso a WiFi para invitados exige credenciales temporales y los dispositivos oficiales operan bajo estrictos protocolos de VPN—, Starlink permitiría transmitir datos sin registros ni supervisión. "No hay controles. Cualquiera con esa conexión podría evadir la seguridad", alertó una de las fuentes.

Sin embargo, el Servicio Secreto restó gravedad al asunto. Anthony Guglielmi, su portavoz, afirmó: "Sabíamos que el DOGE buscaba mejorar la conectividad y no lo clasificamos como una brecha de seguridad".

El debate surge en un contexto donde la dependencia de tecnología privada, como la de Musk, enfrenta escrutinio por posibles conflictos con intereses nacionales. ¿Podría esta red, diseñada para democratizar el internet, convertirse en un agujero negro para la protección de datos gubernamentales?

Preocupación en EE.UU.: El uso de Starlink en la Casa Blanca genera alertas de seguridad

Una terminal de Starlink, la red de satélites de Elon Musk, fue instalada en febrero en las inmediaciones de la Casa Blanca sin previo aviso a los responsables de seguridad, según reveló The Washington Post. Expertos advierten que esta situación podría comprometer las comunicaciones confidenciales del gobierno estadounidense.